Cada 13 de marzo, celebramos un nuevo aniversario de la elección del cardenal Bergoglio como Papa Francisco en 2013.
En este artículo queremos contarte brevemente, una idea que ha transmitido en múltiples ocasiones y de muchas maneras. Se trata de la realidad de que hay que estar cerca de Dios para poder ser cercano a los hombres. o Dando la vuelta, ser bueno con el próximo nos lleva a Dios.
Pero antes de esto, te contaremos dos curiosidades. La primera: ¿Por qué en la Iglesia Católica se llama a la cabeza visible de Cristo en la Tierra, Papa? Porque la palabra Papa son las iniciales de la expresión latina: “Petri Apostoli Potestatem Accipiens”. Traducido al castellano sería algo así como el que sucede al apóstol Pedro. Ya que el apóstol Pedro es el primer representante de Jesucristo en la Tierra. Todos los que le han sucedido han ocupado su lugar. En total 266 Papas.
La segunda curiosidad es explicar el motivo por el que tomó el nombre de Francisco, cuando fue elegido como sucesor de Pedro. Lo hizo recordando la pobreza de San Francisco de Asís, santo italiano que nació a finales del siglo XII y principios del XIII. "Como me gustaría una iglesia pobre, para los pobres", dijo el Papa en la rueda de prensa tras el cónclave de su elección, en la que explicó que eligió como nombre Francisco en honor a este santo, diciendo del santo: "el hombre de la paz, de los pobres, el custodio de la naturaleza, de la creación".
Ahora sí, entremos de lleno en el tema. El Papa Francisco es un gran comunicador. Cuando habla y escribe se le entiende bien claro. Y es que son muchas las veces en las que sus expresiones son las que han definido las líneas de su pontificado. Una de ellas es la idea de que los cristianos tenemos que ser gente cercana. Para ello recordaremos algunas declaraciones suyas.
En la JMJ de Río en 2013 dijo su famosa frase: "¡Hagan lío!... ¡Quiero lío en las diócesis, quiero que la Iglesia salga a la calle!". Para dejar claro que hay que estar donde ocurren las cosas y generando actividades que nos hagan más humanos y nos lleven a Dios. La misma idea la expresaba en otra ocasión, diciendo que la Iglesia es “en salida” o “no es Iglesia”. Ya que, o nos damos a los demás como lo hizo Jesús, o no tiene sentido mantener la casa de Dios para otras cosas.
Un pensamiento similar lo expresa cuando hablaba de la importancia de vivir “ la santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios…”.
Otro matiz de esta reflexión, es cuando nos animaba a buscar al necesitado, cuando dijo: "Les animo también a salir a las periferias, a las periferias existenciales de hoy, y a hacer resonar allí la palabra del Evangelio".
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